miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi experiencia LJK. Un día con Salvador Chanzá.

     Hace unas semanas estuve en Valencia realizando un curso de afeitado clásico y diseño de barbas con el famoso "Lord Jack Knife", un joven valenciano que hace unos años, no conforme con el entonces mundo de la peluquería, se embarcó en un viaje para descubrir el noble arte de la barbería lo que le llevo a visitar varios países para traer a nuestra tierra toda la cultura anglosajona en cuanto al cuidado del hombre se refiere.

Salvador Chanzá alías "Lord Jack Knife"

    Los días previos al curso estuve bastante nervioso porque llevo siguiendo a este maestro barbero desde hace tiempo. Algunas de sus ideas son dignas de admiración y han servido de inspiración para muchos profesionales del sector entre los que me incluyo.



     Así que, después de un madrugón y un viaje en coche nos plantamos en la puerta del edificio donde está ubicada "The Barber Shop 59", donde actualmente tiene su barbería. Mis compañeros y yo decidimos salir temprano para evitar cualquier imprevisto que nos pudiera surgir en el camino así que a las 9 estábamos ya en la puerta de la barbería pero, como hasta las 10 no empezaba el curso, fuimos a almorzar algo en una cafetería situada enfrente del edificio.                                              



En un café de estilo neoyorkino, nos sirvieron muy bien y yo, ansioso, miraba el reloj y observaba la puerta para ver si llegaban los dos chicos que nos acompañarían esa mañana. A las 9:40 salimos del local para dar un paseo y cuando pasamos por delante de una confitería nos encontramos a Salvador, alias "Lord Jack Knife" comprando lo que yo pensé que era su desayuno. Esperé a que saliera y me presenté. Estaba bastante nervioso pero, tras cruzar dos palabras con él, vi que es una persona muy simpática y cercana. Nos invito a subir pese a que aún no era la hora y nos preguntó cómo nos había ido el viaje y demás. Nos enseño la barbería para la cual sólo tengo palabras de alabanza.

    Su barbería es impresionante, sencilla y a la vez elegante, con todos los detalles muy cuidados, buen olor  al entrar, la decoración a la altura de lo que me esperaba, la zona de enseñanza muy bien distribuida. Nos quedamos hablando con él mientras aguardábamos a que llegaran los demás. Me sorprendió la facilidad con la que nos relajamos y el trato enseguida se hizo muy fluido. Salvador es una persona cercana a mi parecer,  a él le gusta lo que hace, es bueno y quiere que el mundo sepa que viene a poner la barbería en el lugar que se merece.



    Como profesional de este sector, y como todos mis compañeros, tuve un comienzo. Desde  el principio, mi carrera siempre estuvo enfocada hacia la barbería, ahora lo veo claro. Lo que más realizo en mi salón son cortes de pelo, afeitados y arreglos de barba. Aprendí con mi tío y su socio. Ellos fueron mis maestros y me enseñaron todo lo que sabían. Ellos creían que el mundo del afeitado estaba agonizando, pero se equivocaban. El afeitado está más vivo que nunca.

   Volviendo al curso con Salva, sólo puedo decir que me encantó. Nos explicó con todo lujo de detalles cómo funcionan los servicios de su salón; sus explicaciones son tan sencillas que no necesitas nada más que escucharle hablar. Los modelos, fueron muy amables e, incluso, uno de ellos nos explicó la musculatura facial para realizar mejor el afeitado. El curso de barbas, los procesos, todo muy bien explicado. Si no entendías algo, Salva te ayudaba gentilmente hasta que lo entendías. Te dejaba grabar y echar fotos, a lo cual me negué: yo quería aprender y verlo en directo, no perder la oportunidad que se me presentaba haciendo vídeos que ya están en las redes. No fui a copiar las ideas de Salva, eso me parece poco original. Quería resolver dudas y ver cómo trabajan otros porque cada profesional sabe darle a sus clientes su particular visión de un servicio. Por desgracia, no he asistido a muchos cursos y mi educación ha sido prácticamente autodidacta con respecto a algunas de las técnicas que hago porque me fui pronto del sitio donde empecé. Sólo estuve 2 años como peluquero cuando, mochila al hombro, mis herramientas y mis ganas de aprender me lanzaron a la calle a mejorar como profesional. Todo eso me llevo a mi propio salón, "La Nueva Barbería", en donde cada día intento mejorar todos los servicios para que los clientes descubran que hay algo más a parte de cortarse el pelo en 10 minutos y adiós.

    El resto de la jornada fue genial. Comimos en la hamburguesería "Mediterránea de Hamburguesas". La comida genial, el trato genial. Por la tarde, mi compañero tuvo la suerte de ser el elegido como modelo de afeitado para el curso. Salva, usó toda la línea de Acqua di Parma para realizar, en palabras de mi compañero, el mejor afeitado de su vida. La clave del afeitado no es el afeitado en sí, si no el cariño con el que Salva realiza cada pasada con la navaja, el masaje de después, los productos que utiliza... Todo medido y adaptado para que los clientes quieran repetir.


Alex, momentos previos al afeitado LJK.

    El final del día llegó, una pena para nosotros. Nos despedimos de Dani y Moisés, que fueron nuestros compañeros y a los que admiro pues se notó que eran profesionales de muchos años y allí estaban, intentando mejorar. Cambiaron el concepto que yo tenía de la gente cuando lleva largo tiempo en una profesión. Su pasión sigue viva y eso es algo que me gusta y me anima a seguir. Para Salvador sólo le digo lo siguiente: gracias por las cosas que haces, gracias por los consejos que nos diste y sigue luchando por lo que haces. Algún día conseguirás tener tú escuela. Los límites no están hechos para nosotros, las personas con ideales y con ganas de cambiar el mundo.

Despidiendo el día.